Barcelona busca su destino mientras añora a Leo Messi

Le costó mucho el primer tiempo. No pudo acomodarse al juego, se sintió maniatado y por momentos dominado por un Getafe entusiasta, dinámico, aventurero. Barcelona no pudo hacer pie a lo largo de esa etapa, más por la presión que hizo el local y bastante porque no surgió su juego colectivo. Apenas los arrestos individuales de cada uno de sus hombres, que hicieron pesar su enorme jerarquía en duelos personales o jugadas propias. Como aquella de Carlés Peréz, que le birló la pelota a Nyom y se metió en el área para sacar un tremendo remate que rechazó Soria.

O los piques de Suárez. O los intentos de Griezmann. Pero el conjunto no mostró un juego asociado. Muy liviano lo de De Jong, apagado Arthur, sin vuelo Firpo por la izquierda, lo mejor lo hizo, al cabo, su arquero Ter Stegen.

Iban 41′ de juego cuando el portero salió fuera del área a cortar un pelotazo largo a Angel y controló el balón con el pecho. Se la jugó al abrirse un poco hacia su izquierda y con la pierna menos hábil lanzó una habilitación larga y precisa para Luis Suárez, por atrás de los defensores, para que se fuera al arco rival solo y ante la salida apurada de Soria, pudiera definir como lo hizo: con un toque suave por encima de la cabeza del arquero y la pelota que entró suave tras realizar dos piques en el área chica. Barcelona llegaba al gol por una buena acción de su arquero, completada por el centrodelantero. 1 a 0 y fin del primer tiempo.

Se esperaba más en el complemento. Más del Barcelona. Más del equipo de las estrellas. Y apareció rápido algo de su fútbol aguardado. Una buena maniobra de derecha al centro, la participación de Griezmann, Sergi Roberto, Arthur, otra vez Sergi Roberto, su remate fuerte y el rebota que dió Soria fue directo a la entrada de Junior Firpo quien atento y veloz, se metió por izquierda para concretar el 0-2 cuando iban 49′.

Se serenó la visita. Ya había pasado el tiempo complicado, esa primera etapa donde el juego no aparecía y la tensión aurgía en sus hombres que se vio refeljada en las amonestaciones de Sergio Busquets y Lenglet.

Getafe sintió el golpe. Adelantó sus líneas, pero no lograba ser profundo. Angel no lograba ser asistido, Cucurella se perdía en el duelo con Sergi Roberto y el local no lograba ser productivo. Tenía la pelota, Tenía el campo y la cercanía del arco rival. Pero no conseguía lastimar.

A los 81′ se fue expulsado Lenglet por doble amonestación. De ese tiro libre llegó el centro, el rebote y el remate de Kennedy que controló muy bien Ter Stegen. Fue la mejor oportunidad de Getafe en el complemento.

Entusiasmado por el hombre de más, a los 85′ un centro de Kennedy fue conectado de cabeza por Angel un poquito arriba del travesaño. Getafe soñaba con el descuento pero sus posibilidades se licuaban. Barcelona se había acomodado de otra manera. Con el ingreso de Semedo por Griezmann pasó Sergi Roberto a la línea de volantes y se estableció en un cerrrado 4-4-2, que con la expulsión de Lenglet y el ingreso de Todibo por Carles Pérez se transformó en un 4-4-1.

Y no hubo tiempo para más. Con oficio y el peso de sus individualidades Barcelona sumó tres puntos de oro para acomodarse en la tabla de posiciones, continuar en la búsqueda de su nueva identidad y restar un día menos para la recuperación total de Leo Messi.


Hernán O’Donnell